Desde hace años que OBK me gustaba poco o nada y eso que soy fan desde el año 1992 cuando escuche por primera vez su single «Oculta Realidad«. Con el paso de los años y tras el casi completo hundimiento de la escena tecnopop/synthpop española, al menos de cara a la galería, OBK se ha ido adaptando como ha podido a los cambios que la industria discográfica ha ido marcando hasta el punto de perder completamente el rumbo, al menos en mi opinión. He podido comprobar como se han ido olvidando de sus sonido techno en pro de incluir cada vez más el sonido acústico en sus discos rozando el convertirse en una especie de copia de Coldplay ibéricos. Si bien en sus últimos discos han ido alternando el sonido acústico con el electrónico he de decir que cada vez los reconocía menos y es que, como siempre ocurre en este mundillo, las cosas van cambiando al mismo ritmo al que los incondicionales fans que estuvieron ahí desde el principio se van desencantando. Últimamente el sonido de OBK, incluso en su faceta más electrónica, se había convertido en algo demasiado enfocado a las pistas de baile rozando en muchas ocasiones un minimalismo sintético que convertía buenas canciones en algo poco atractivo. Por un lado teníamos a unos OBK muy dance, por otro a unos OBK muy club. ¿Qué hacer? Pues poca cosa excepto esperar un milagro que en parte ha llegado con su trabajo ULTIMATUM en donde parece que han vuelto a coger las riendas de su propio techno aunque se siguen echando de menos los rasgos típicos de la banda, en mi opinión expresados a la enésima potencia en los álbumes «Momentos de fe» y «Trilogía«. He de reconocer que su último trabajo ha sido toda una sorpresa al dejar de lado las guitarras y baterías acústicas y conseguir en sus pistas más techno un sonido muy cercano al de la escena europea, aunque sigo pensando que ese afán por meter guitarras eléctricas no me termina de encajar (que me perdone mi colega Mario Cea!), ni aquí ni en los álbumes de Depeche Mode (otros que tal bailan desde la marcha de Alan Wilder). Destacar siempre la gran calidad de las baladas a piano y voz, fácilmente reconocibles, la firma del grupo, su sello, su legado.
En fin, solo agradecerles el ilusionarnos a los fans de nuevo como ya ocurrió con su sorprendente Antropop y su posterior Extrapop (gran regalo). Chicos, volved al technopop por favor!!!
P.D.: Nunca olvidaré aquel teclado Korg que me autografiaron.
http://www.obkmusic.net
http://es.wikipedia.org/wiki/OBK